Saduceos
MANUEL VICENT 19/01/1997
El nacionalismo es un sentimiento muy noble y lleno de trampas mortales. A veces adopta un carácter religioso. En este caso sus dioses se manifiestan en la cima de algunos montes de la patria o se esconden en el Rh negativo de sus fieles, esto es, en cualquier Sinaí o en la sangre de cierta clase de monos. En ocasiones este sentimiento se expresa a través de palabras románticas: libertad, independencia, raza o destino, palabras que calientan el corazón y que so n todo y nada. De cualquier modo, el nacionalismo radical, en algunas personas, equivale a una infección o inflamación grave de tejidos vitales., Cuando este sentimiento toma un carácter religioso los líderesi nacionalistas ejercen la política, como sacerdotes, que a su vez pueden ser saduceos, escribas o, fariseos. También los guardianes de ese tótem sagrado son conocí dos como soldados o asesinos patriotas, terroristas o ejecutores litúrgicos de sacrificios humanos según de qué lado del alta se les contemple. Puesto que s trata de religión y de política saducea, me planteo la siguiente trampa: ¿cuántos terroristas tiene que haber en la cárcel para que en lugar de presos se les con sidere prisioneros? Si el nacionalismo radical es una infección grave, ¿que sucede cuando a un tejido tan inflamado y febril se aplica el bisturí? Los saduceo eran expertos en formular preguntas cuyas respuestas.llevaba todas a un callejón sin salida. Por ejemplo: ¿debe ser eficaz policía en el País Vasco contra los terroristas? Si no lo es se acusada de estar en connivendo con ellos. Pero si se convirtiera e una maquinaria perfecta de capturar etarras, no sólo a los que atan, sino también a los que gritan "Gora ETA", pronto las cárceles de España ya no podrían albergar a tantos presos o prisioneros. Y un día se recibiría la llamda de Jimmy Carter anuncianda su visita. Si es cierto que las infecciones no se operan en el quirófano, se puede pensar que en el País Vasco ha llegado la hora de la política o de los antibióticos, auque éstos se administren por los sacerdotes como sacramentos.
MANUEL VICENT 19/01/1997
El nacionalismo es un sentimiento muy noble y lleno de trampas mortales. A veces adopta un carácter religioso. En este caso sus dioses se manifiestan en la cima de algunos montes de la patria o se esconden en el Rh negativo de sus fieles, esto es, en cualquier Sinaí o en la sangre de cierta clase de monos. En ocasiones este sentimiento se expresa a través de palabras románticas: libertad, independencia, raza o destino, palabras que calientan el corazón y que so n todo y nada. De cualquier modo, el nacionalismo radical, en algunas personas, equivale a una infección o inflamación grave de tejidos vitales., Cuando este sentimiento toma un carácter religioso los líderesi nacionalistas ejercen la política, como sacerdotes, que a su vez pueden ser saduceos, escribas o, fariseos. También los guardianes de ese tótem sagrado son conocí dos como soldados o asesinos patriotas, terroristas o ejecutores litúrgicos de sacrificios humanos según de qué lado del alta se les contemple. Puesto que s trata de religión y de política saducea, me planteo la siguiente trampa: ¿cuántos terroristas tiene que haber en la cárcel para que en lugar de presos se les con sidere prisioneros? Si el nacionalismo radical es una infección grave, ¿que sucede cuando a un tejido tan inflamado y febril se aplica el bisturí? Los saduceo eran expertos en formular preguntas cuyas respuestas.llevaba todas a un callejón sin salida. Por ejemplo: ¿debe ser eficaz policía en el País Vasco contra los terroristas? Si no lo es se acusada de estar en connivendo con ellos. Pero si se convirtiera e una maquinaria perfecta de capturar etarras, no sólo a los que atan, sino también a los que gritan "Gora ETA", pronto las cárceles de España ya no podrían albergar a tantos presos o prisioneros. Y un día se recibiría la llamda de Jimmy Carter anuncianda su visita. Si es cierto que las infecciones no se operan en el quirófano, se puede pensar que en el País Vasco ha llegado la hora de la política o de los antibióticos, auque éstos se administren por los sacerdotes como sacramentos.
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