martes, 17 de junio de 2008

MONEDS

Moneds
MANUEL VICENT 27/08/1995

Leyendo a los presócráticos bajo el olivo en el huertecillo de atrás me entero de que la geometría se descubrió en el delta del Nilo.- Se hizo necesaria para la nueva medición de tierras cada año cuando bajaba la crecida del río que había borrado todos los lindes de las heredades. Tales de Mileto importó la geometría a grecia después de un viaje a Egipto y junto a ella también llevó la profunda convicción de que el agua. es el principio de todas las cosas. Supo medir por primera vez la altura de las pirámides valiéndose de la sombra que proyectaba su propio cuerpo y después de comprobar los beneficios del regadío lo elevó a categoría filosófica: los cadáveres se secan, sólo la humedad da vida a todas las semillas, incluida el alma. Leyendo a los presocráticos bajo el olivo de pronto se ha destapado la tormenta de agosto. Antes de que empezara a llover ya olía a tierra mojada. El aguacero que sobrevino en seguida no dio tiempo a que se refugiaran los vencejos y su furia ha obligado a los vegetales a sacar el alma y alguna cosa más. Al cesar la tormenta en el tronco del olivo centenario algo estaba brillando. Entre la tierra de uno de sus recovecos que había sido levantada por la lluvia, como semillas desenterradas, han aparecido dos monedas romanas y junto a ellas también ha salido una misteriosa garra de zorro disecada. Tal vez el zorro murió en el interior de este olivo que le había servido de refugio en otra tempestad y sus restos mortales cubrieron los dos sextercios de plata que alguien guardó aquí como en un banco. Después de la tormenta olían las raíces de los árboles. He frotado con los dedos las. monedas hasta extraer de una de sus caras el perfil de un dios. Luego he vuelto a leer a Tales de Mileto a la sombra del olivo. El jardín de la geometría creció sobre la tierra húmeda donde se cultivaban ajos, pimientos y cebollas. Cuando he percibido él olor a pimiento asado que venía de la cocina he cerrado el libro de los presocráticos. En-la otra cara de las monedas ha brotado el cuerpo desnudo de un atleta.

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